2Salud Ocular_Optica Gabel

Examen de salud ocular

Esta batería de ejercicios está enfocada a descartar si los síntomas oculares pueden ser debidos a una posible causa patología ocular que, en función de su gravedad, se remitirá al profesional sanitario adecuado para cada caso.
Primeramente, comenzaremos valorando su agudeza visual y en el caso de que esté fuera de los valores normales, comprobaremos si podemos mejorarla con una corrección óptica y saber así si presenta, hipermetropía, miopía, astigmatismo y/o presbicia. En el caso que aun con la graduación el paciente no alcance una visión buena, estudiaremos el fondo retiniano por si podemos sospechar de alguna patología más grave que tengamos que derivar a otro profesional sanitario, como puede ser, una sospecha de catarata, degeneración macular asociada a la edad (DMAE), Desprendimiento de retina, algún tipo de retinopatía, atrofia del nervio óptico, etc. Ante una sospecha de alguna patología de este tipo, los optometristas siempre vamos a derivar al profesional sanitario pertinente, que podrá diagnosticar adecuadamente y tratar estas patologías. Nuestro papel como optometristas es poder hacer un cribado previo de que puede ser y que no, una patología ocular.

En esta evaluación también estudiaremos la película lagrimal del paciente, para conocer si presenta una sequedad leve, moderada o severa, que requiera del uso diario de una lagrima artificial de una viscosidad determinada en función de la sequedad que presente.
También vamos a valorar la zona palpebral, para saber si el paciente presenta algún tipo de blefaritis, inflamación o disfunción de glándulas de meibomio; en cualquiera de estos casos recomendaremos unas pautas de higiene ocular personalizadas y adecuadas para cada paciente.
Antes de comenzar una adaptación de lentes de contacto y en usuarios habituales también exploraremos la integridad de superficie ocular, para descartar tinciones superficiales, pequeñas ulceras corneales, o alteraciones más graves que requieran prescripción de fármacos, que en estos casos derivaremos siempre para su valoración al profesional sanitario adecuado.
Y por último, tomaremos la presión intraocular (PIO) para comprobar que los valores obtenidos están dentro de la norma, de no ser así, y según que valores, le recomendaremos realizar un seguimiento de varios días o remitir directamente a urgencias.